¿Sabías que también se puede tener alergia en otoño? Aunque solemos asociar la rinitis alérgica a la primavera, lo cierto es que algunas personas pueden padecer rinitis estacional en otoño a causa de alérgenos que aparecen principalmente en esta época. ¿Quieres saber más? Continúa leyendo.

Síntomas de la alergia en otoño

Los síntomas de la alergia en otoño más habituales incluyen:

• Goteo nasal
• Congestión nasal
• Picor de ojos, nariz y garganta
• Estornudos
• Lagrimeo

Estos síntomas pueden ser de un resfriado, pero pueden confundirse con los de una rinitis alérgica en otoño, por lo que hay que aprender a diferenciarlos para tratarlos de forma adecuada.

¿Qué provoca la alergia en otoño?

A diferencia de lo que muchos creen, la alergia en otoño es un problema para muchas personas. Ya que la alergia no depende de si hace frío o calor, sino de si están o no presentes en el ambiente aquellas sustancias que nos provocan sensibilidad alérgica (alérgenos). Los alérgenos pueden ser pólenes (más frecuentes en primavera), pero también pueden ser esporas, polvo, pelo de animales, etc.

El otoño puede ser una época especialmente difícil para las alergias para aquellas personas que son sensibles al polen de moho y de las ambrosías. Estas últimas son el principal causante de la rinitis alérgica en épocas de temperaturas más bajas.

Durante esta época del año, además, pasamos más tiempo en espacios cerrados con las ventanas también cerradas, incrementando la exposición a alérgenos como los ácaros del polvo, el moho que prospera en la humedad e incluso nuestras mascotas. Por eso, la alergia otoñal puede presentar síntomas más graves.

En otoño nos podemos enfrentar principalmente a 4 alérgenos, que veremos a continuación.

Tipos de alergia en otoño y cómo prevenirlas

Prevenir la alergia otoñal es posible si consigues detectar qué alérgeno la provoca. A continuación, desglosamos algunas de las alergias más frecuentes en otoño y te damos algunas pistas sobre cómo prevenir y aliviar la rinitis alérgica en otoño.

Alergia al moho

Las esporas del moho circulan por el aire cuando hay humedad, o cuando el ambiente es seco y ventoso, por lo que son unas de las principales responsables de rinitis alérgica en otoño. Estos hongos prosperan tanto al aire libre como en espacios cerrados y producen esporas que, como el polen, se extienden por el aire o por la ventilación interior.

Las esporas de moho son ligeras, muy pequeñas y son fácilmente inhaladas por los pulmones. Las esporas se elevan alto en la atmósfera durante las horas cálidas del día, para volver a descender al suelo cuando el ambiente se enfría por la tarde.

Durante el otoño el moho crece en acumulaciones de hojas caídas y pilas de compost; y prospera en áreas húmedas como los sótanos, los lavabos y las cocinas.

Usar un deshumidificador en casa, especialmente en las estancias húmedas nos ayuda a combatir estos organismos. El aire debería estar entre 35 y 50% de humedad.

Limpiar baños y cocinas regularmente con vinagre o productos anti moho también ayuda a controlar la proliferación de estos alérgenos y evitar así los síntomas de esta alergia otoñal.

Alergia a la ambrosía

La ambrosía es la principal responsable de alergia al polen en otoño.

Las ambrosías son un género de plantas que crecen en regiones llanas, poco húmedas y arenosas, pero se pueden sentir sus efectos en las grandes ciudades debido a la dispersión de su polen.

Una sola planta de ambrosía puede producir hasta 1 billón de granos de polen por temporada. Estas plantas de flor amarilla comienzan a polinizar a partir de mediados de agosto hasta mediados de octubre. Los síntomas por alergia a esta planta pueden ser peores durante los primeros meses de otoño, cuando los niveles de polen son más elevados, hasta que las bajas temperaturas acaban con la planta.

Alergia a los ácaros

Las proteínas de los líquidos digestivos de los ácaros constituyen un alérgeno muy fuerte, y es en otoño e invierno cuando estas partículas causan las mayores molestias debido al uso de la calefacción y la poca ventilación de los hogares. Por eso, aunque los ácaros no son exclusivos de esta época, la alergia a los ácaros en otoño puede ser más fuerte.

Ante estos alérgenos, la acción primordial es la limpieza frecuente del polvo y la eliminación de objetos que puedan acumularlo, tales como cortinas o alfombras. Se debe hacer hincapié en la limpieza del dormitorio, ya que un colchón aloja hasta dos millones de ácaros y la ropa de cama y la decoración son propensas a acumular polvo.

En relación con la poca ventilación, la caspa de nuestras mascotas, que se acumula junto con el polvo, puede constituir uno de los alérgenos más potentes en esta época. Igual que con los ácaros, la limpieza es primordial.

Alergia al polen de ciprés

Por último, otro de los responsables de la alergia al polen en otoño son los cipreses. Estos árboles ornamentales son bastante habituales en pueblos y ciudades, y, aunque su época de polinización se produce principalmente en invierno, en las zonas de interior donde el clima es más seco y frío, también puede provocar alergia al polen en otoño.

Si es tu caso, puedes prevenir la alergia respiratoria otoñal reduciendo tu exposición al polen de ciprés. Por ejemplo, evita parques y zonas donde el arbolado esté compuesto de ciprés, utiliza gafas y/o mascarilla al salir al exterior y limpia con un trapo húmedo los muebles y otras superficies de tu hogar con cierta frecuencia. Además, evita tender la ropa en el exterior para que no se impregne de este polen, especialmente las sábanas y toallas.

Ahora ya sabes que si sufres síntomas parecidos a los del resfriado en otoño y que no mejoran, podría ser alergia. Consulta con tu médico o farmacéutico para recibir el tratamiento adecuado.

¿Conoces algún otro alérgeno que te provoque estos síntomas en otoño? 🙂

Autora: Dra. María Luisa Tamarit, Licenciada en Medicina y Cirugía (Colegiada en el Col·legi Oficial de Metges de Barcelona, Núm. Col. 22689)