La rinitis alérgica puede ser una pesadilla para los amantes de los animales. Aunque la mayor parte de las personas afectadas de rinitis alérgica son sensibles solo al polen o al polvo, también hay algunas personas con sensibilidad a alérgenos de la piel y la saliva de algunos animales. Aunque coloquialmente se le llama “alergia a los perros” o “alergia a los gatos”, en realidad se trata de una respuesta inmunitaria hipersensible a alérgenos de su piel o su saliva que acaban depositados en su pelo.
Si es tu caso, te ofrecemos algunos consejos para compaginar el control de tus síntomas con la convivencia con tu mascota.
CONSEJOS PARA CONTROLAR LA ALERGIA A LAS MASCOTAS
La alergia a los perros o a los gatos puede aparecer de diversas formas: rinitis, conjuntivitis, dermatitis, urticaria, asma o, incluso, anafilaxia. La forma de la alergia dependerá de la manera en la que entremos en contacto con el alérgeno: los síntomas dermatológicos y oculares suelen aparecer por contacto directo, es decir, del animal a nuestra mano y, de ahí, a otras zonas de nuestra piel u ojos. Cuando la forma que toma la alergia es una rinitis, asma o incluso rinoconjuntivitis, se debe a que la causa es un “aeroalérgeno”, es decir, un alérgeno que se encuentra suspendido en el aire que respiramos.
Por eso, las recomendaciones a seguir se centrarán en dos puntos: reducir la cantidad de alérgeno de nuestro hogar y eliminar la mayor cantidad posible de alérgeno del pelo de nuestra mascota:
- Aplica al animal una loción específica para eliminar el alérgeno de su piel y pelo. Se trata de un producto específico de venta en tiendas especializadas y veterinarios.
- Evita el uso en el hogar de tapices, alfombras, cojines y cualquier otro tejido prescindible donde los alérgenos puedan acumularse con facilidad.
- Evita que el perro o gato entre en tu dormitorio, duerma en tu cama o se tumbe sobre tu ropa. Idealmente, debería usar solo las camas o cojines reservados para él, que se deberán lavar con frecuencia.
- Usa fundas impermeables para cubrir sofás, camas y almohadas.
- Lávate las manos tras tocar a tu gato o perro.
- Para limpiar, utiliza preferiblemente un aspirador potente con filtro HEPA (de alta eficiencia).
- Ventila con frecuencia, especialmente aquellas estancias donde suela pasar tiempo tu mascota.
- Valora con tu médico todas las alternativas terapéuticas para encontrar la que más se adapta a tus síntomas. Además, puede ser conveniente realizar un análisis de sensibilidad alérgica que te ayudará a aplicar medidas más específicas.
- Utiliza un antihistamínico para combatir la alergia
La alergia a los gatos o a los perros puede complicar la convivencia con nuestro animal de compañía, pero la aplicación de estos consejos te ayudará a mantener el bienestar de todos los miembros de la familia.
Referencias: